lunes, 11 de marzo de 2013

No hay nada peor que el miedo.

No hay nada peor que el miedo alojado en tus entrañas y retorciéndolas una a una. No es nada satisfactorio. Podría adquirir el nombre de ''él'' demasiadas veces lo he vuelto a conocer como para creer que es un caminante vacío, sin alma, que siempre vuelve a introducirse en el resquicio de la tuya para así  robártela, hasta que él se quede satisfecho con el cambio que produce. No obstante, la deja putrefacta. He alojado muchos pensamientos en mi cerebro, pero solo quedaron en mi memoria dado que antes de poder ser pronunciados en voz alta, él llego con pie firme y se pulverizaron. Él está otra vez aquí, con mi alma entre sus brazos y yo vacía, vacía de nuevo. Me pregunto si el hielo de su corazón apareció cuando nació, o es que decidió apagar sus sentimientos cuando vio la sociedad que hemos creado. Sinceramente sea el siglo que sea, este mundo se destruye por momentos, creemos vivir en un mundo feliz. No obstante, en ese mismo instante que reímos, en otro lugar del mundo acaban de verse caer casquillos en el suelo bañado de rojo a su antojo. Tengo 27 letras de un abecedario y un millón de palabras para formar, pero creo que la infinidad del universo se me queda corta para preguntar que hacer cuando tiene mi alma desnuda entre sus brazos como en el balancín del diablo.


sábado, 9 de marzo de 2013

No somos infinitos.

Pues sí, es cierto, todos y cada uno de nosotros sabemos que nos llegará el día, en el que unos lloren y nos recuerden y otros viles festejen. Pero no podemos ser amados por todos, ese es el precio de ser diferentes unos a otros. Por ello, me pregunto. Dado que no somos infinitos, tenemos fecha de caducidad aleatoria, ¿por que no hacemos lo que sentimos y queremos? ¿Por que dejamos escapar a las personas como si fueran humo en nuestras manos? ¿Por que dejan marchar algunos al amor de su mi vida? ¿Porque lo dejan viendo como pasea con ese/a sustituto/a? En serio, parece que disfrutamos sufriendo en silencio, para que así nuestra vida no parezca aburrida y tengamos tema de conversación. De lo ofuscados que nos sentimos. Pero admitamoslo de una vez, la culpa ES TODA NUESTRA. Sí, si, toda nuestra. Nada de eso de hacerse los remolones, es toda nuestra. Nuestros deseos no van tocarnos la puerta y decirnos que ya están aquí. Es hora de ir a perseguirlos hasta dejarnos la piel, clavarlas las uñas y tirar de ellos hasta nuestras narices, ese tema de conversación es más placentero. ¿No creéis?
No penséis que sois pequeños en un mundo de gigantes, muchos pensamientos son más grandes que el mundo. Realizarlos y percataros. No seais más ovejas de un rebaño que no lleva a ninguna parte.

No dejemos nuestra alma a medio formar.


Con nuestro cuerpo medio efímero.