miércoles, 24 de agosto de 2011

Claro, ya sabes, todo eso que te dije una vez, de que me encantas. Porque sabes...Me encanta esa manera tuya en la que echas a andar, me encantan tu manía, sí sí, esa en la que dices, que no te separe el flekillo. El instante exacto en el que decides mirarme a los ojos en cualquier lugar, pero no obstante, en ese momento, se hace, mío, tuyo..nuestro. Me encanta la forma en que se dibuja una sonrisa en tu rostro. Cuando me abrazas bien bien fuerte y me dices muy muy cerca de la punta de mi oído que me quieres, que me quieres mucho. Porque sé que es cierto cuando me dices, que nadie me quiere como tú, pero, ¿quién te quiere a ti como yo? NADIE.
No muy tarde en la noche cuando te pienso, a veces solo necesito tu piel. Sí, sí. Tu piel es lo que necesito muchas veces.
Es que me gusta, me gusta así, cuando te tengo tras mi espalda y me abrazas.
También me encanta ese estremecimiento que me invade al despertar como diciéndome, es verdad, es verdad...Le quiero más que a nadie.
Encuentro tan absurdo cuando me preguntan si le quiero. ¿Querer? Siento como si en las letras que de esas palabras no cupiera ni en mil años lo que siento por él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario